LA ALIMENTACION Y EL ADN

La expresión "tú eres lo que comes" es muy utilizada y recientes estudios sugieren que lo que usted come le afecta tanto a usted como incluso a sus hijos y nietos.
En el Centro de Investigación Nestlé de Lausana, Suiza, más de 550 científicos, asistentes de investigación y técnicos estudian el impacto epigenético de la dieta y el estilo de vida en la salud individual. Epigenética es el estudio de cómo diferentes señales biológicas y ambientales afectan la expresión génica. En lugar de cambiar el propio ADN, las señales epigenéticas pueden, por ejemplo, provocar cambios en el número de grupos químicos metil unidos a un gen, activándolo o desactivándolo. La dieta de una persona es una fuente importante de señales epigenéticas, y los científicos están investigando ahora cómo los hábitos alimenticios modifican la expresión génica en los adultos y sus descendientes.
Irma Silva-Zolezzi, Líder de la Plataforma de Nutrición Materna en el Centro de Investigación Nestlé dice que "Es fundamental entender el papel de la nutrición en la salud transgeneracional, particularmente entre la madre y el niño”
Los estudios epidemiológicos muestran cómo ciertas exposiciones han modelado la salud de poblaciones específicas en el tiempo, particularmente entre la madre y el niño. Un ejemplo famoso es el holandés Hunger Winter. En 1944, una hambruna golpeó el oeste de los Países Bajos, obligando a los habitantes -incluidas las madres embarazadas- a vivir entre 400 y 800 calorías al día. Cuando los científicos estudiaron posteriormente a los bebés concebidos durante este período, encontraron tasas elevadas de obesidad, perfiles lipídicos alterados y enfermedad cardiovascular en la edad adulta.
Moshe Szyf, un genetista de la Facultad de Medicina de la Universidad McGill en Montreal, dice que es difícil establecer relaciones claras entre las señales epigenéticas y la enfermedad. "En estudios con animales hemos visto que los cambios en la dieta pueden afectar el riesgo [para la enfermedad]", dice. "Pero aún no está claro en los humanos".
Un estudio de 2016 realizado por el hospital Mount Sinai de Nueva York y publicado en Biological Psychiatry sugiere que los genes de los hijos de sobrevivientes del Holocausto mostraron evidencia de una mayor probabilidad de trastornos por estrés, por ejemplo.
"La nutrición, el ejercicio y otros factores ambientales son sólo parte del rompecabezas que afecta el riesgo de un individuo de desarrollar condiciones o enfermedades particulares", dice Silva-Zolezzi. Pero cuanto más miremos, dice ella, "más respuestas encontraremos y mejor podremos trabajar para mejorar la salud".

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