BOTANICA
Muchos son los criterios que se han venido utilizando a la hora de clasificar los vegetales. Color, tamaño, formas de obtener y elaborar el alimento, anatomía, métodos de reproducción, han sido los criterios más frecuentes.
Si bien, aquellas características como el tamaño o el color, no pueden en ningún caso constituir la piedra angular de ninguna clasificación. Son características variables, cambiantes en función de la alimentación o del medio donde habita la planta.
De esta forma, la clasificación de vegetales, ha de basarse en la anatomía del cuerpo adulto, en la estructura que presentan los órganos reproductores y en la forma que lleva a cabo la reproducción.
La primera clasificación dentro del reino vegetal distingue las algas pluricelulares en los embriófitos. Los primeros son organismos acuáticos con una organización proto-talofítica. Además, el gameto femenino está protegido por una pared unicelular.
Sin embargo, los embriófitos son las plantas terrestres productoras de embriones. Se caracterizan, también, por la presencia de una capa pluricelular protectora sobre sus gametos. Son los más complejos dentro de este reino.
Las plantas terrestres se dividen en dos grandes grupos, en función de la presencia o ausencia del tejido vascular. Los briófitos como plantas no vasculares, y los cormofitos como plantas vasculares. Los primeros son los musgos y las hepáticas.
Los segundos, más complejos, deben su nombre al tipo de organización que presentan, el cormo de raíz, tallo y hojas.
Las plantas vasculares son los pteridofitos (helechos) y las espermafitas. Sólo las últimas producen semillas. Son las gimnospermas y las angiospermas o plantas con flores.
- Las algas pluricelulares
Las algas pluricelulares constituyen un grupo muy heterogéneo tanto en sus caracteres morfológicos como citológicos. Son organismos muy sencillos de organización tipo talo. En consecuencia, no presentan verdaderos tejidos.
Son las algas pardas, rojas y verdes. El nombre refleja la diferente proporción en la composición de los pigmentos y, por tanto, en su coloración.
+ Algas pardas
Son el grupo más importante de algas pluricelulares. Presentan aproximadamente 2.000 especies, ninguna de la cuales presenta formas unicelulares.
Las algas pardas o feofitas son organismos bentónicos y prácticamente marinos. También hay especies en las salinas y aguas salobres. Están ampliamente distribuidos como población, pero cada especie tiene una localización concreta. Así, por ejemplo, hay especies presentes solamente en las aguas de Australia.
Aunque hay especies "libres", es decir, flotan lejos de la costa, la mayoría se sitúa en las zonas rocosas del litoral. Estas últimas se disponen formando estratos en función de la capacidad de inmersión que tengan. De esta forma, por debajo de la línea de bajamar se ubica el grupo de la laminaria. Por encima, fucus y pelvetia.
Las algas pardas tienen una gran importancia ecológica. Son los productores primarios más importantes dentro del mar. Además, sirven como sustrato para animales sésiles de pequeño tamaño y como lugar de desove para animales más grandes como los peces. También constituyen una fuente de alimento para muchos animales, peces inclusive.
Por otro lado, los seres humanos emplean algas pardas en muchos procesos industriales. A partir de dichas algas se obtiene el ácido algínico. Sales de este ácido se utilizan en la fabricación de tejidos resistentes al fuego, en las lavanderías para sustituir al almidón o como conservante y estabilizador de productos lácteos. Pero, su empleo se extiende a otros procesos igual de variados. Así, se usan en la fabricación de tintas, de pinturas, jabones, champús, botones, barnices, crema de afeitar o lápiz de labios.
En ciertas ocasiones constituyeron fertilizantes, por su contenido en minerales como potasio y nitrógeno.
La clasificación se realiza atendiendo a su ciclo vital y a las estrategias utilizadas en la reproducción sexual.
Las algas pardas isogeneradas presentan un esporofito igual al gametofito, desde un punto de vista morfológico. Esto puede verse en algunas especies de ectocarpus.
Las algas pardas heterogeneradas deben su nombre a la alternancia de generaciones diferentes que presentan. La diferencia no se decanta siempre hacia la misma forma. Así, en laminaria el esporofito es mayor que el gametofito, mientras que en cutleria sucede al revés.
Existe un caso particular donde sólo la fase diploide está claramente diferenciada. La fase haploide se ha reducida casi por completo. Este hecho puede observarse en el género fucus. Los miembros de fucus presentan unas pequeñas cavidades o vesículas que funcionan a modo de flotadores.
+ Algas rojas
Las más de 5.200 especies de algas rojas o rodofitas hacen de este grupo uno de los más representados entre los seres vivos. La mayoría son estrictamente marinas, pero también hay especies de aguas dulces. Así, el alga roja batrachospermum se encuentra en los arroyos de montañas. En el mar se hallan preferentemente bajo la línea de pleamar. Otros pueden ser terrestres y colocarse en zonas próximas a charcas.
El nombre de algas rojas hace mención al color que presentan. Este color es dado por unos pigmentos especiales, las ficobilinas como la ficoeritrina. Pero el organismo presenta otros tipos de pigmentos que influyen en la coloración. Por eso también aparecen colores tan variados como el azul, verde, pardo rojizo o rojo purpúreo. La proporción de los distintos pigmentos, responsables de la diferente coloración, depende de las condiciones ambientales. Así, la ficoeritrina es cada vez más abundante en las algas de mayores profundidades. Este hecho permite un mejor aprovechamiento de la luz solar en estas zonas sombreadas o de escasa luz.
Las algas rojas presentan una gran diversidad de formas. Pueden ser filamentosas, ramificadas y laminares.
Se reproducen de forma asexual por fragmentación, propágulos y esporulación. Por otro lado, la reproducción sexual determina la existencia de una alternancia de generaciones.
En la ecología marina, estas algas constituyen la base alimentaria de muchos de los animales de estos ambientes. Pero, el ser humano también ha hecho de ellas un elemento fundamental en ciertas actividades. Por ejemplo, en los laboratorios de investigación, los científicos utilizan el compuesto agar en la elaboración de los medios de cultivo donde crecen las bacterias. El agar se obtiene del alga roja Gelidium. Su utilización no sólo se limita a esto, también se emplea en la fabricación de las cápsulas médicas o como agente terapéutico en ciertos trastornos intestinales.
Hay otras sustancias químicas de las algas rojas que se utilizan en la elaboración de pinturas y adhesivos. La industria alimentaria también se favorece de las algas rojas. De ciertas especies se extrae un elemento que se usa para espesar alimentos gelatinosos.
+ Algas verdes
Las algas verdes o clorofitas comprenden 7.000 especies de aguas marinas y dulces. Presentan una gran diversidad de formas como filamentosa (spyrogira), laminar (ulva) o esférica (volvox).
El color verde se lo confiere el pigmento clorofila presente en este grupo. Se dividen en varias familias atendiendo a características como la morfología o la movilidad.
Uno de los hechos más característicos es la enorme diversidad o distribución que presentan estas algas. Hay algas verdes en los charcos, ríos, lagos y, en menor medida, en los mares. Normalmente libres, es decir, nadan, también se encuentran fijas en los sustratos típicos del ambiente marino como las rocas. También presentan una gran distribución en cuanto a la profundidad, así, superan los 100 m de profundidad en las aguas cálidas.
Finalmente, esta diversidad se acentúa con la existencia de ejemplares "terrestres", dispuestos sobre troncos u hojas húmedas. De ahí, que muchas algas verdes se encuentren bajo la asociación liquénica con hongos.
En cuanto a forma de vida, hay organismos libres, parásitos y simbiontes. No solamente viven en simbiosis con los hongos en los líquenes, sino que también con animales invertebrados o protozoos. Entre los parásitos existen algas que provocan enfermedades en el ser humano. Esto sucede con Prototheca, responsable de la enfermedad de la piel prototecosis.
- Las algas más representativas
Las costas peninsulares e insulares por su orografía constituyen zonas ideales para el correcto desarrollo de las algas que nos rodean. Así, la especie Fucus ceranoides aparece en las costas del norte y noroeste de la Península. Crecen sobre rocas gracias a una estructura cónica de fijación.
Un alga ampliamente distribuida por todas las costas posibles es el alga verde Ulva lactuca. Por su color y forma laminar es conocida como "lechuga de mar".
- Briófitos
Dentro de las plantas terrestres, los briófitos constituyen los organismos más sencillos y primitivos, tanto desde un punto de vista morfológico como estructural. Este hecho determina los lugares que ocupan para vivir.
Son organismos de pequeño tamaño. Varían desde las formas microscópicas hasta poco más de 1 m de altura. Carecen de tallo, hojas y raíces, así como de un sistema de transporte para el agua y las sales minerales. Este hecho y la gran pérdida de agua que presentan, condiciona absolutamente el lugar donde van a vivir. Así, se encuentran en zonas de gran humedad. A la hora de tomar el agua, lo harán a través de la superficie de todo el cuerpo. Con esto consiguen una hidratación permanente en todo el cuerpo y palian la carencia de un sistema vascular.
También las sales minerales entran en el organismo utilizando la misma vía, es decir, por simple absorción a lo largo de la superficie corporal. Unas sales minerales que llegan desde las zonas del suelo más próximas al individuo o, en menor medida, disueltas en la humedad atmosférica del entorno.
La vida de un briófito presenta una alternancia de las generaciones gametofito y esporofito. Por eso, la clasificación depende de la anatomía de estos individuos y de ciertas características celulares. Por ejemplo, las falsas raíces del gametofito pueden ser unicelulares o pluricelulares. Mientras que el resto del individuo puede presentar una forma tipo foliosa o tipo talosa.
La forma talosa se asemeja a una lámina fija al sustrato, y la forma foliosa es una especie de eje del que nacen pequeñas "hojas".
Los briófitos incluyen tres grandes grupos o familias: las hepáticas, los antoceros y los musgos. Dado que ninguno de ellos presenta una relación verdadera con el resto de plantas terrestres, se les considera organismos con un origen diferente.
+ Hepáticas
Reciben el nombre científico de hepaticae. Son los briófitos más simples y pequeños. Se encuentran ampliamente distribuidos, aunque predominan en los trópicos. Como el resto de briófitos, se les encuentra en ambientes húmedos. En este caso, rocas cercanas a fuentes de agua y arroyos.
El gametofito presenta unos rizoides unicelulares en todos sus miembros. Sin embargo, la parte aérea o más visible puede ser foliosa o talosa.
La forma foliosa presenta un falso tallo que se arrastra por el suelo. A lo largo de su estructura y a ambos lados nacen unos filidios o falsas hojas. Si se viese la cara ventral de estos organismos se vería una tercera fila de hojas. En este caso se encuentran en una posición relativamente central con respecto a los anteriores. La función de los anfigastros, nombre que así reciben, es la "acumulación" del agua. Entre las hepáticas con estructura foliosa destacan los miembros del grupo Jungermanniales. Crecen sobre rocas o en el suelo.
La forma talosa es una lámina con tejidos internos de cierto desarrollo. Esta estructura está presente en el grupo Marchantiales. De gran distribución, viven sobre el barro y unos pocos en el agua.
El talo o lámina presenta una epidermis en la cara superior recubierta de cutícula. Este hecho intenta reducir la pérdida de agua. Y, se puede decir, que casi lo consigue. En esta estructura hay unos pequeños poros que comunican el exterior con las cámaras aeríferas.
En estas cámaras se encuentra el tejido asimilador, es decir, el tejido fotosintético. Por tanto, parece claro que los poros actuarían como los estomas de las plantas superiores, al permitir la entrada del dióxido de carbono procedente de la atmósfera. Una vez entre el gas, podrá tener lugar la fotosíntesis. Sin embargo, y a diferencia de los estomas, los poros están casi siempre abiertos. Un claro ejemplo de lo poco desarrollados que están los briófitos en general, las hepáticas en particular.
En la cara inferior del organismo, o cara ventral, existe también una epidermis. Al ser una zona en contacto con el suelo y de poca accesibilidad a los rayos del Sol, apenas hay cloroplastos para realizar la fotosíntesis. Su función es permitir la fijación al sustrato a través de unas falsas raíces o rizoides que nacen de sus células. También en esta cara ventral hay unas células que actúan como reservorios de agua, son los cuerpos oleosos.
El esporofito de las hepáticas es uno de sus rasgos más distintivos. Como en el resto de briófitos, la cápsula es el lugar donde se producen las esporas. Sin embargo, presentan unas estructuras que a modo de látigo facilitan la dispersión de las esporas.
+ Antoceros
Los antoceros, o clase anthocerotal, pueden confundirse con ciertas hepáticas talosas. Sin embargo, constituyen un grupo totalmente separado.
El gametofito carece de cuerpos oleosos como sí sucedía con las hepáticas. Son bisexuales y presentan un esporofito cilíndrico en casi toda su longitud, una de las características que presentan es la existencia de esporas "resistentes" durante más de una década en ciertas especies.
+ Musgos
Los musgos representan el grupo más importante y diverso de todos los briófitos. Son aproximadamente 15.000 especies presentes en todos los hábitats húmedos imaginables. Son, junto con los líquenes, los responsables de la generación del suelo. En un primer momento, los líquenes colonizarían las rocas. Tras una primera degradación del material inorgánico, éste está preparado para la llegada de los musgos. Los musgos, por tanto, terminan el trabajo de los líquenes y permiten que la roca se convierta en un suelo donde las plantas superiores puedan crecer.
Pueden vivir como epífitos, es decir, planta que vive sobre otra planta sin parasitarla.
Una de las características más interesantes de los musgos es su capacidad de reviviscencia. Así, el musgo Tortula muralas es capaz de vivir sin agua durante 14 años, al secar sus estructura.
El gametofito es un eje sobre el que se disponen una serie de hojas en espiral. Estas falsas hojas o filidios tienden a presentar un nervio medio. Desde una forma tipo lanza hasta otra tipo corazón, la forma de las hojas varía de forma considerable.
El esporofito presenta una cápsula típica. Es interesante destacar que en las primeras etapas de la formación de este individuo, éste presenta clorofila. Pero cuando alcanza la madurez la pierde. Por eso, el esporofito se alimenta del gametofito.
El filamento o tallo del esporofito puede crecer a partir del ápice del gametofito, musgo acrocárpico, o como una ramificación desde cualquier otro parte, musgo pleurocárpico. Bryum e Hypnun son, respectivamente, claros ejemplos de los dos tipos de musgos, acrocárpico y pleurocárpico.
Los musgos contienen varios grupos de representantes con sus respectivas diferencias. Uno de los más importantes es el género sphagnum. Éste género presenta un gametofito característico por la presencia de unas células típicas. Son las células hialinas, responsables del transporte y almacenamiento del agua. Entre dos células hialinas aparece una célula fotosintética. Con esta distribución se consigue un aporte directo de agua hacia las estructuras fotosintéticas.
El género sphagnum es uno de los musgos responsables de la formación de turberas. La turbera es un tipo de vegetación típico de las zonas de gran humedad. Aunque el elemento principal son los musgos, también hay otros tipos de vegetales en las turberas. En función de lugar donde se dispongan se diferencia una turbera alta y otra baja. La primera se forma sobre suelos saturados del agua de lluvia, mientras que el segundo tipo de turbera se desarrolla como relleno de zonas como lagos. De cualquiera de las dos formas siempre aparece en terrenos con un continuo aporte de agua. Si bien, sphagnum predomina en las turberas altas.
Las turberas crecen en capas superpuestas. Es decir, en un primer momento aparece una capa de musgos y otras plantas que se extienden sobre la superficie húmeda. Sobre esta capa surge una nueva con las mismas características que su predecesora. La capa inferior muere y se degrada para constituir la turba, combustible sólido de uso industrial. Si bien la turba de sphagnum también recibió otros usos como aislante térmico en las antiguas casas o combustible para hacer mantener los fuegos.
En la actualidad los musgos también se utilizan como abono y compresas absorbentes. Además, constituyen indicadores ambientales, al ser organismos muy sensibles frente a la contaminación atmosférica. De hecho, son capaces de detectar partículas radiactivas.
Por otro lado, las turberas pueden servir como registro de la historia de la vegetación de una zona. El polen de otras especies queda inmerso en cada una de las capas que se suceden en la turbera. De esta forma, a partir de las esporas se puede saber qué especies habitaron esa región en distintos momentos (capas de musgos). Es, por tanto, una auténtica reconstrucción de la vegetación pasada.
+ Los briófitos más representativos
En la Península Ibérica existe una gran diversidad de briófitos. Así, sólo de hepáticas hay más de 160 especies.
Pueden formar asociaciones entre ellos o con otros organismos. Por ejemplo, en las turberas hay una gran diversidad de especies del musgo sphagnum y de la hepática lepidozia. Si bien, este último sólo ha sido citado en la zona septentrional de la Península Ibérica. Otros tipos de hepáticas son frecuentes sobre las hayas y abetos de la Península.
- Plantas vasculares fósiles
Las plantas vasculares actuales no son las más antiguas en cuanto a su origen. Hace unos 400 millones de años, aparecieron un grupo de plantas vasculares, hoy extinguidas. Sin embargo, en la actualidad se utilizan como modelos para ver qué camino pudo seguir la evolución de las plantas vasculares modernas.
Estas plantas fósiles son las riniofitinas, las trimerofitinas y las zosterofilofitinas.
+ Riniofitinas
Las riniofitinas fueron las primeras en aparecer hace 400 millones de años, pero desaparecieron 55 millones de años después. Presentaban un tallo con ramificación dicotómica, pero desprovisto de hojas y de raíces, es en estas plantas donde aparece por primera vez un sistema vascular. Era un xilema central rodeado por un floema periférico.
Se considera que los extremos de las ramificaciones del tallo nacían los órganos responsables de la formación de las esporas. Eran plantas pequeñas, de no más de 20 cm de longitud que vivían en zonas pantanosas. En ciertos representantes tenían estructuras parecidas a los rizomas y ramas adventicias.
+ Trimerofitinas
Las trimerofitinas engloban una serie de plantas fósiles de características definidas. Todo parece indicar que sus antepasados están relacionados anatómicamente con miembros del grupo anterior. Probablemente sean los antepasados de los precursores de los futuros helechos y gimnospermas.
Se caracterizan por la presencia de una serie de ramas laterales a lo largo de su parte aérea. Estas ramas pudieran ser las precursoras de las hojas.
+ Zosterofilofitinas
Las zosterofilofitinas constituyen las plantas fósiles más complejas. Las estructuras que generan las semillas se disponen en zonas laterales y no en el ápice.
Presentan una gran diversidad de formas y hábitats. Así, parece ser que colonizaron medios terrestres y acuáticos.
- Plantas vasculares simples
En la actualidad existe un grupo de plantas vasculares de características muy primitivas y simples. En algunas ocasiones su origen parece ser el resultado de una reducción de estructuras de una planta más compleja. En otras, plantas con un origen muy antiguo, cercado a las plantas fósiles.
+ Psilotofitinas
Las psilotofitinas engloban dos grandes grupos, psilotum y tmesipteris. El primer grupo se encuentra altamente distribuido, mientras que el otro grupo está restringido a ciertas zonas de Asia y Australia. Además de la distribución, presentan diferencias en cuanto a los hábitats. De esta forma, psilotum vive sobre árboles, acantilados y suelos. No así tmesipteris, que sólo se encuentra en los bosques húmedos.
Psilotum nudum presenta un rizoma bien desarrollado, un tallo con estomas y un sistema vascular más desarrollado que el presente en las plantas fósiles.
El otro grupo tiene además del rizona, unas hojas con forma de lanza.
+ Licofitinas
Las licofitinas representan un grupo de organismos que aparecen al menos a principios del Devónico. Reciben el nombre común de licopodios.
En la actualidad todos los licopodios son formas herbáceas, pero hay representantes arbóreos fósiles en este grupo. Estos árboles desaparecieron en el Carbonífero.
Son muchas las características que definen a los licopodios. Tienen hojas verdaderas dispuestas en espiral, tallos con ramificación dicotómica y, en algunas especies, raíces.
Los árboles fósiles ocuparon, probablemente, zonas pantanosas para tener un aporte de agua continuo. Superaban los 30 m de longitud con cierta facilidad, aunque sólo a partir de los 20 m aparecían las ramas.
Las herbáceas actuales presentan una gran distribución. Así, se encuentran tanto en regiones muy frías como muy templadas. Por ejemplo, el género más importante, lycopodium, se encuentra en zonas de la Península Ibérica. Si bien, del centenar de especies de este grupo, sólo cuatro crecen en la Península. Tienden a vivir en bosques y brezales de los Pirineos. Cierta especie también se encuentra en Galicia. Presenta una tallo rastrero que crece directamente sobre la superficie del terreno. El anclaje se consigue gracias a la existencia de unas raíces caulógenas que surgen de forma irregular. Además, también aparecen unos tallos aéreos que nacen del rastrero. Unos tallos recubiertos por hojas diminutas dispuestas en espiral. Son hojas verdes con estomas y un solo nervio no ramificado. En los extremos de los tallos aéreos se forman los esporofitos.
Existen otros géneros relevantes como selaginella. En términos generales, es un organismo parecido a lycopodium. La característica más destacable es la presencia de una pequeña estructura membranosa situada en la cara superior de las hojas. Esta estructura recibe el nombre de lígula. Su función es captar agua, por eso carece de clorofila. En cuanto a la distribución de selaginella, ésta es mayor en la Península que lycopodium, pero al igual que los licopodios se encuentra poco representada. Así, de las aproximadamente 600 especies de selaginelas, sólo tres crecen en este territorio. De esta forma, la especie selaginoides aparece en los montes de Asturias y la denticulata en Andalucía, Baleares y Cataluña.
La humanidad ha dispuesto de los licopodios durante su historia. Se utilizaron como planta ornamental en la Navidad de ciertos países. Pero, el uso más importante se relaciona con el carácter explosivo de la inflamación de las esporas de estos organismos. Así, en Oriente eran utilizados en la fabricación de petardos.
Por otro lado, las esporas también fueron utilizadas en la elaboración de píldoras.
+ Esfenofitinas
Las esfenofitinas representan el grupo de plantas vasculares vivientes más primitivas. Sólo presenta un género vivo, equisetum. Si bien son plantas herbáceas, algunas especies fósiles fueron árboles formadores de bosques hace millones de años.
Los equisetum reciben el nombre popular de colas de caballo, probablemente, por la anatomía que presentan. Se localizan en bosques de coníferas, en suelos arenosos, pastizales y orillas de ríos o lagos.
En la Península Ibérica hay siete especies ampliamente distribuidas. La especie Equisetum arvense, la verdadera cola de caballo, se encuentra en los Pirineos, Cataluña y otros puntos de la geografía peninsular. Aparece en bosques húmedos, como otras especies. Tienden a buscar zonas sombreadas y algo inundadas. Así, hay especies en las riberas de los ríos, en pantanos y campos encharcados.
Estas plantas presentan un rizoma del que nacen tallos aéreos. Los tallos, nunca superiores a los 8 m, tienen una estructura típica. Tienen estrías o surcos longitudinales a lo largo de la zona entrenudos, mientras que en los nudos aparecen las hojas y las ramas dispuestas en verticilos. También de los nudos nacen las raíces caulógenas.
Una de las características más notables de las colas de caballo es la existencia de los conos. Son esporangios dispuestos sobre unas ramas reducidas en cuanto a su tamaño. Aparecen en el ápice del tallo principal.
No es una planta con grandes aplicaciones por el ser humano, en ciertas culturas como la japonesa son empleadas como planta ornamental. Antiguamente se utilizaba para lijar la madera por su aspereza. Una textura dada por el sílice que acumulan en la epidermis. Sin embargo, es considerada, en general, una mala hierba.
- Pteridofitos. Los helechos
Los helechos son plantas herbáceas terrestres que presentan hojas, normalmente perennes, tallos y por lo general raíces. Sólo ciertas especies de los trópicos son árboles. En este caso alcanzan una altura de 20 m. En la Península el helecho de mayor tamaño es el helecho Real (Osmunda regalis). Aparece, principalmente, en zonas húmedas de la mitad occidental. Pero, es el helecho común (Pteridium aquilinum) el más ampliamente distribuido.
Sus estructuras surgen por la presión selectiva del medio terrestre. De esta forma, aparece una epidermis protectora que evita la desecación, tejidos que soportan la fuerza de la gravedad y las tensiones mecánicas del medio como el viento y un tejido vascular que permite un transporte adecuado de sustancias.
Sin embargo, no tienen una independencia total sobre el agua. La reproducción requiere del agua para el desplazamiento de los espermatozoides. Por eso, los helechos viven en zonas húmedas, normalmente sombreadas. De hecho, hay algunas especies que son totalmente acuáticas. Sólo en ciertas ocasiones y bajo ciertas circunstancias vivirán en regiones áridas.
A pesar de la variedad de helechos, tienden a presentar un patrón común en su morfología: un rizoma del que nacen las grandes hojas o frondes.
El organismo adulto y, por tanto, más desarrollado es la generación esporofito. Se clasifican en varios grupos en función de la estructura de las hojas y los esporangios.
De esta manera, el grupo ofioglósida sólo tiene una hoja grande que nace del rizoma. La hoja se divide en dos foliolos de desarrollo desigual. El más desarrollado llevará a cabo la fotosíntesis, mientras que el otro se encargará de la reproducción al portar los esporangios. Cualquier estructura que se encarga de soportar los esporangios recibe el nombre de esporófilo. Así, el filiolo menos desarrollado es el esporófilo. La hoja se une con el rizoma a través de un largo peciolo.
Los organismos de este grupo se localizan de forma específica en el sureste de Asia.
El hábitat de los miembros de marátidas, otra subclase de helechos, son los bosques tropicales y subtropicales. El tallo de estos organismos presenta una anchura anormal. Este engrosamiento del tallo lo originan tanto estructuras de la base del peciolo, como las raíces adventicias. Es, además, un tallo pequeño que puede profundizar bajo la superficie del suelo.
Pero, la casi totalidad de los helechos modernos están incluidos en el grupo filícidas. Están ampliamente distribuidos por todos los hábitats posibles. Desde zonas rocosas y secas, hasta bosques de gran humedad. La mayoría son terrestres y sólo algunas especies son acuáticas.
Esta diversidad hace que presenten características muy distintas entre los helechos de filícidas. De todas formas, existen unos rasgos generales, que no tienen porqué estar en el mismo individuo. En función del medio o hábitat donde vive ese organismo, así variará este patrón general.
El tallo puede ser rastrero o erecto, pero siempre recubierto por pelos o escamas. Las frondes son de gran tamaño y pueden estar divididas en foliolos o enteras. Como se puede comprobar en el organismo blechum, la hoja puede presentar una parte fotosintética o asimiladora, y otra donde se disponen los esporangios. Éstos se agrupan en soros, estructuras donde las esporas se protegen con elementos estériles.
Los helechos no constituyen una planta objeto del uso humano. Sólo como planta ornamental en ciertas ocasiones. Sin embargo, los representantes fósiles, como cualquier planta fosilizada, representan una buena fuente de combustible.
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